Vallmoll - La atalaya entre ríos
No os perdáis: el Castell i el proyecto museográfico; la ermita de la Mare de Déu del Roser, obra del arquitecto Josep M. Jujol, y su retablo renacentista, único en la comarca, y la iglesia de Santa Maria, con el trabajo de carpintería hecho por el párroco de la villa.
Vallmoll es “el pueblo que hay bajo un inmenso castillo”. Este edificio majestuoso, prueba de la importancia del municipio en época medieval, conserva el recinto perimetral y parte de las torres que lo flanqueaban. El castillo está en proceso de restauración, pero hay algunas salas terminadas donde se pueden apreciar elementos de varias épocas y estilos, además del proyecto museográfico previsto. Podéis visitarlo con cita previa en el Ayuntamiento.
La ermita de la Mare de Déu del Roser es un edificio del siglo XVI y acoge un retablo renacentista del pintor francés Jean Bas del 1580. La ermita la rehabilitó en el siglo XX Josep M. Jujol. Visitadla y buscad los elementos característicos de este arquitecto modernista: las rosas, los dibujos, las frases a la Virgen María. Recientemente se ha urbanizado el entorno y se ha creado un espacio muy agradable. Vallmoll, con esta iniciativa, quiso rendir un homenaje al arquitecto Jujol, a quién dedicó una plaza ajardinada con un mural, inspirado en su amplia obra, la confección del cual fue a cargo del pintor vallmollense Ramon Ferré Montserrat. Los vecinos van a pasear o a practicar algún deporte.
En la iglesia parroquial de Santa Maria, de estilo barroco y neoclásico, veréis un notable conjunto escultórico de madera hecho por el rector de la villa, padre Torrell, autor, también, del Cristo que hay en la capilla del cementerio. Antiguamente también contenía el famoso retablo de Vallmoll, obra de Jaume Huguet, creado hacia el 1450, una de las primeras obras del artista vallense. Del retablo solo se conservan tres mesas: la mesa central está en el Museu Nacional d'Art de Catalunya y la de la Anunciación, en el Museu Diocesà de Tarragona.